TODO TIENE SU HORA

Y pasó la Navidad. Hicimos la novena del Niño Jesús, comimos rico, salimos a las calles y centros comerciales para impregnarnos de la alegría y la excitación de la gente, y estuvimos en familia. Los ausentes, estuvieron presentes de corazón, y los presentes disfrutamos el instante y el placer de demostrar en vivo, el cariño que sentimos los unos por los otros. Las diferencias se olvidan, los lazos se estrechan. Ese fue para mí el denominador común de esta época. 

Sin embargo, el artículo de hoy no hablará de la Navidad. Comenzaré con una canción del último CD de Juan Luis Guerra TODO TIENE SU HORA,  como nota introductoria del tema. 

https://www.youtube.com/watch?v=D4oNDUiYaoE

Hice un recorrido por todos los artículos que he escrito desde que comencé este blog el 6 de Diciembre del 2013 y no pude evitar quedarme un buen rato sentada, en silencio. Necesitaba una pausa para digerir, para entender en su justa dimensión, todo lo que caminé, viví y aprendí en este año. Revisando los títulos me encontré con términos interesantes: Oportunidad, Opciones, Conexión, Hacer las Buenas Preguntas, Estrategia y Preparación, Quitarse los Zapatos, Surfear las Olas, Exodo,  Adviento, Riesgos... Cada una de estas palabras evoca mi Kairos, los pasos necesarios para encontrar mi Voz Propia. Durante todo el año estuve siguiendo mi Lichtgrenze, un paso a la vez, buscando aquí y allá, echando una Mirada al Pasado pero caminando hacia adelante. El objetivo que me propuse lograr para este año era Find Joy. Viví momentos tristes, algunos difíciles, muchos felices. Hay recuerdos dolorosos pero en ningún momento he perdido la Esperanza en que la Chuva va a Passar, en que este período de Renaissance ha sido necesario. Al final, como el invierno, me siento más ligera, más auténtica. Como los árboles, perdí muchas hojas. El miedo y otros demonios, aparecieron como de costumbre, haciéndome saber que no iba a poder continuar en ese estado de vulnerabilidad que deben sentir los árboles que pierden todo en esta época del año. Sin embargo, aquí sigo, de pie. I'm Alive, como dice la canción. Finalmente, ya no me parece tan frío y triste el Invierno. Por fin estoy entendiendo que hace parte de un ciclo, necesario para que pueda llegar la Primavera. 

Fue necesario que me luxara un tobillo para comprender la importancia de poner caminar con mis dos pies. Tal vez, cada obstáculo en el camino haya sido necesario para comprender que TODO TIENE SU HORA. No sirve de nada la impaciencia, las ganas de lograr todo YA. Ahora entiendo que la vida es un proceso, es un caminar y disfrutar cada paso, sin pretender que todo sea perfecto, es indispensable para avanzar. He sido fiel a mi intuición y he buscado en lo que me apasiona la fórmula secreta para vivir el presente y sacar fuerzas para seguir mi Camino. Rocoso, con muchas curvas, no siempre claro y muchas veces oscuro. Pero es el mío. Yo soy el capitán de este barco y sólo con decirlo ya me siento poderosa y fuerte, y por qué no, libre. El año pasado quise resumir mis propósitos del año con una sola frase. Este año, voy a seguir el ritmo de las estaciones. Este Invierno mi frase clave será TODO TIENE SU HORA. Cada paso, por muy difícil que parezca es necesario, hace parte del Plan. Estoy segura que todo lo que viene será MEJOR. Y con esa convicción... I Find Joy. 

Finalmente, les adjunto otro video. Cada año le agregamos algo nuevo a nuestros adornos y símbolos de la Navidad. Este año, fue un pesebre colombiano en miniatura y un CD de Enya And Winter Came y la canción Dreams Are More Precious. 

La letra de esta canción resume mis deseos para cada uno de ustedes, en este nuevo año que comienza.  ¡Feliz año 2015!. 

P.S. La próxima semana pondré fotos. 

ENYA - DREAMS ARE MORE PRECIOUS

https://www.youtube.com/watch?v=J0OOpxa-k1M&list=RDJ0OOpxa-k1M

RIESGOS

La empresa canadiense Blackberry acaba de lanzar el Blackberry Classic.  Los analistas de negocios consideran que se trata de un riesgo enorme. En la era de las pantallas táctiles, Blackberry quiere volver al teléfono que lo llevó al éxito hace unos años, el que tiene teclas y la posibilidad de escribir mensajes más rápidamente. El tradicional. 

Un niño se hace el muerto para evitar ser rematado por los talibanes, que asesinaron algo así como 130 personas, casi todos niños,  en Pakistán. Tomó un riesgo enorme al arrastrarse y hacer todo lo que hizo para continuar con vida. Su profesora murió inmolada porque se arriesgó a defender a sus alumnos. 

El grupo guerrillero FARC decidió instaurar un cese al fuego unilateral con duración indeterminada. Es un riesgo grande. Creer en su voluntad de paz, es otro gran riesgo por parte de la población colombiana. 

El presidente Obama decidió instaurar medidas para restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. Un riesgo enorme para su popularidad y su posición ante los republicanos. Según sus palabras " Isolation has not worked. It is time for a new approach.

Cada vez que voy a una entrevista de trabajo, los entrevistadores me hacen la misma pregunta: ¿Por qué carajos se devolvió a Colombia y dejó Francia?. La respuesta es personal, no necesito justificarme ante nadie por mi decisión de regresar a Colombia pero me sorprende cómo la gente lo ha considerado como un riesgo enorme. 

Sigue lloviendo en Bogotá, y no dejo de escuchar comentarios tales como ¿Cómo se le ocurre salir con este aguacero, sobre todo después de lo que le pasó en el pie?, o esta otra ¿ Cómo se le ocurre pensar en ir a un centro comercial un sábado, algunos días antes de Navidad, cuando todo el mundo está haciendo lo mismo?. Otro riesgo grande.

Me atreví a enviar un mail educado y cordial a un entrevistador cuyo hermano decidió utilizar la estrategia ya desueta de ponerme contra el muro, de llevarme hasta mis límites, de minimizar y ningunear mi hoja de vida para verificar mi solidez psicológica. Utilizando miel en lugar de vinagre decidí dejar en claro que no estaba de acuerdo y que por el contrario consideraba mi perfil valioso, justamente por ser diferente. Corrí un gran riesgo. Estaba pateando la lonchera. Y eso no se hace. 

Todos los ejemplos utilizados muestran la esencia del RIESGO, así sus consecuencias sean medibles bajo diferentes escalas. En todos y cada uno de ellos, quien actúa fue y será criticado, Quien actúa no tiene garantizado el éxito. Quien actúa no dejó de sentir el miedo y otros demonios. Quien actúa optó por darle prioridad a algo más importante que las posibles consecuencias nefastas del riesgo asumido. Quien actúa decide dejar de lado la seguridad por un sentimiento más poderoso: Actuar porque así lo decidió.

Se convierte en ACTOR en lugar de simple ESPECTADOR. Se zambulle de cuerpo entero en la corriente de la vida. 

El sentimiento es más reconfortante y satisfactorio, así las consecuencias no sean del todo las esperadas, que quedarse sentado confortablemente, orgulloso de su seguridad pero con un sabor amargo de remordimiento en la boca. 

¿Y tú, qué prefieres? 

En los próximos artículos me dedicaré, como lo hacen los cronistas que se respetan ;), a hacer un resumen de lo que ha sido este primer año  al aire y de todo las enseñanzas que me ha dejado para mi CAMINO esta experiencia. 

Feliz semana

I'M ALIVE

Ya lo se. Escribir un jueves una nueva crónica se sale de la costumbre. Hoy decidí simplemente salir de la rutina. Hace más de una semana que no deja de llover, y los días lluviosos me ponen nostálgica. El desánimo y otros demonios tocan a mi puerta y uno de mis propósitos de este año ha sido no dejarlos entrar. ¿Qué hacer cuando el final del túnel no se vislumbra? ¿ Qué hacer cuando te das cuenta que la vida tiene que ser algo más que trabajar, comer, dormir, pagar cuentas y preocuparte por cualquiera de los tantos problemas que te agobian? 

Go back to the source. Retourne à la case départ, Regresa a la base. 

Para mí, todo eso se traduce en los dos videos ( si, dos, no uno como acostumbro) que les envío a continuación: 

https://www.youtube.com/watch?v=JIDqBlBOLdg CELINE DION I'M ALIVE


https://www.youtube.com/watch?v=PCuJguybz5Y SOUS LE VENT GAROU ET CELINE DION

Un amigo expresaba en su blog que no había tenido muchos comentarios sobre sus escritos. Y me puse a pensar que curiosamente, no me importa quién lea mi blog. No lo escribo por dinero, o por esperar algo a cambio. Lo hago simple y llanamente porque es mi manera de DAR. Es como lanzar una parte de mí al viento por el sólo placer de volar. Es darme a mí misma la oportunidad de sentirme viva y sentir que la vida es mucho más que lo visible y concreto. Es descubrir que cuando hago lo que me apasiona, me encuentro y obtengo paz. Es enviar mi energía al universo deseando que quien necesite leerlo, encuentre en mi escrito algo que le hable a su propia vida. 

Yo me siento viva escribiendo, la inspiración llega más fácilmente cuando hay música de por medio, La música, comer algo que me antoje especialmente, ayudar a alguien o decirle a mi hijo que lo quiero me hacen sentir viva. Ese regreso a la base ha sido el antídoto para declarar vencido el desánimo y otros demonios. 

¿Qué te hace sentir vivo? Hazlo ya! 

Feliz día! 

EXODO

Hace un año, Santiago y yo celebramos el Día de las Velitas solos, en Aix, con nuestras veladoras pintadas por nosotros mismos. Las prendimos al interior de la casa pues el frío nos impedía permanecer mucho tiempo afuera. Lo interesante de esta fecha es la oportunidad de tomarnos el tiempo de ver la llama de la vela consumirse poco a poco. En ese momento, no existe nada más. Sólo la relación entre la persona y el fuego. Con su poder hipnótico, nuestros ojos se mueven en la misma dirección de la llama. La concentración es extrema, impedir que se apague con alguna corriente de aire, volverla a prender si ello ocurre, y la tarea de pegarla al piso para que pueda consumirse tranquilamente. Pienso que es ahí donde se llega a un verdadero estado de comunión, con nosotros mismos, con lo que no podemos entender ni tocar. 

Este año fue diferente. pasamos este día, por primera vez, en Colombia. Nos reunimos con unos amigos en un parque y pusimos las velas en el borde de un camino, como formando una muralla de luz. Lo curioso fue haber compartido el ritual con amigos y muchas otras personas que ni siquiera conocíamos. El efecto fue mágico. Los niños no tivieron necesidad de correr, ni de traer juguetes para distraerse. Sentarse en el piso y cuidar de cerca sus velas para mantenerlas erguidas y prendidas fue una tarea que ocupó ampliamente sus mentes activas. Los grandes, gozamos como niños. No necesitábamos habernos conocido antes. Todos recordábamos el mismo ritual y estábamos felices que nuestros hijos repitieran la experiencia. Santiago y yo nos sentimos pertenecer.

Fuimos igualmente a ver la película EXODUS. La película va de la mano con este blog por lo que representa. El camino que debemos recorrer para llegar a nuestro lugar, puede ser también la travesía que tenemos que emprender para encontrarnos, para construirnos y por supuesto, para encontrar ese sentimiento de serenidad y de pertenencia que se sienten cuando se llega, cuando se realiza la misión para la que vinimos al mundo. No importa el tiempo que nos tome, llegar es el único objetivo. 

En los cortos de la película nos presentaron la historia de los ombligados de Jurubirá,  una comunidad en el departamento del Chocó que considera que su sentido de pertenencia a su tierra tiene que simbolizarse con la siembra del ombligo que se cae al nacer en los bebés, en la tierra y sembrar en ese mismo lugar, un árbol. 

Roger Cohen, columnista político del New York Times hizo una crónica resumiendo el año, la situación mundial y la imperiosa necesidad de sentirnos todos implicados con lo que acontece en el mundo. Finalmente, no importa cuál sea nuestra cultura, ni nuestro origen, todos necesitamos emprender nuestro EXODO, cumplir con nuestra misión, y llegar. 

Les adjunto la canción SEUL de Garou. A pesar de todo, el EXODO es personal, individual. Es nuestra lucha personal, con nosotros mismos, con nuestros miedos y otros demonios. Sólo después de atravesar el desierto y conquistarnos, podremos realmente volver a disfrutar del otro, y encontrar paz.

https://www.youtube.com/watch?v=svuEn_HfgHw

ADVIENTO

El tiempo de Adviento es el primer período del año litúrgico para los católicos y quisiera marcar el inicio de este tiempo de preparación, de reflexión, de esperanza y de alegría con una película. Llegó en el momento justo, como siempre.

El fin de semana fui a ver la última película de Woody Allen Magic in the Moonlight. La película es simple pero los diálogos son muy buenos, inteligentes, llenos de dobles sentidos.. A pesar de la aparente platitud del tema, late subyacente el eterno dilema entre nuestras convicciones y lo que que escapa a nuestro entendimiento, entre la necesidad de ser realistas y poner los pies sobre la tierra y la necesidad de creer, en lo que sea, pero creer en algo. 

¿Está mal creer en algo que nos hace felices aunque sepamos que no es cierto?  

¿ Qué seríamos capaces de hacer si tan sólo tuviéramos una señal de que ese alguien con quien soñamos siente lo mismo y que esos sentimientos y pensamientos totalmente irracionales y positivos son correspondidos?

¿ Qué seríamos capaces de hacer si tuviéramos la duda razonable de que algo no es totalmente imposible sino por el contrario absolutamente posible? 

¿ Qué necesidad tenemos de encontrarle explicación a lo inexplicable, si así no más, le hace bien a nuestra alma, a nuestras dudas, a nuestros miedos? 

¿ Seríamos capaces de ir en contra de lo conveniente, de lo correcto, de lo apropiado por seguir una locura que hace nuestros ojos brillar y nos llena de entusiasmo y emoción ? 

Las respuestas son infinitas, tanto como lo son las posibilidades de los que creemos en la magia. 

La Corona de Adviento, compuesta por una guirlanda de pino en círculo, con cuatro velas representando cada uno de los cuatro domingos que componen esta época. La tradición pide que se encienda sólo una vela, cada domingo y se haga el compromiso de realizar algo cada semana. No les voy a poner tarea, sin embargo, los invito a intentar responder a las preguntas que hice anteriormente. No se imaginan la cantidad de ideas que salen de cada una de ellas, y lo interesante que sería ponerlas en acción.

El Adviento es eso para mí, la preparación, la anticipación de la época más alegre del año, en donde la magia opera y todo es posible. Atención, sólo para los que creen. 

Feliz Semana!! 

Les adjunto el trailer de la película. 

https://www.youtube.com/watch?v=yetRxCGsZjw

RENAISSANCE

El viernes pasado me sorprendió un fuerte aguacero caminando por una avenida principal en Bogotá. El desbordamiento de un arroyo sobre ésta, obligó a los transeúntes a buscar alejarse del peligro. No creyendo que la situación fuera peligrosa, di un paso para atravesar una calle y no conté con que la corriente era tan fuerte que me desestabilizó y caí al agua. El instinto de supervivencia fue más poderoso que el miedo y otros demonios. Todos mis sentidos estaban concentrados en un análisis rápido de la situación. Como primera medida tenía que levantarme y cruzar el arroyo antes de que algún carro tuviera la brillante idea de tomar ese camino para huir de la situación caótica en la avenida. Sabía que algo había pasado con mi tobillo, sabía que estaba mojada de pies a cabeza y sin embargo, no sentía nada. Sólo quería tranquilizar a Santiago que estaba más asustado que yo, angustiado sin saber qué hacer al ver que buscaba desesperadamente retomar el control de mi cuerpo. Durante los minutos siguientes operé en piloto automático. Llamé a pedir ayuda. Saber que no estábamos solos, que mi cuñada y Fer estaban listos para venir a ayudarnos, hablar con mi hermano y oir su voz serena y calmada fue suficiente para recargar energías y caminar seis cuadras, buscando un lugar seguro. Sólo cuando me senté en una panadería me di cuenta que estaba tiritando de frío, que el tobillo me dolía enormemente y que la situación hubiera podido traer consecuencias peores. 

Inicialmente había pensado en escribir sobre el libro de Jacques Attali, Devenir Soi, que estuve leyendo esta semana. Incluso, ése iba a ser el título de mi crónica de hoy. Sin embargo, al terminar de leerlo descubrí que la palabra Renaissance se ajustaba mejor a lo que viví el viernes y a mi conclusión sobre el libro. 

Es un libro corto que habla específicamente a todo aquel que se niega a seguir un camino impuesto por otros, aquellos que deciden de "prendre sa vie en main", aquellos que no se resignan , que buscan en su interior las respuestas necesarias para  encontrar su lugar, con la convicción profunda que nada es imposible y que tenemos el derecho y la obligación con nosotros mismos de buscar ser felices. En una frase, el libro es para aquellos que, a pesar de los pronósticos pesimistas sobre el presente y el futuro de la humanidad, consideran su vida como la más bella aventura.  

El autor toma ejemplos en todas las situaciones y de las personas más diversas para convencernos que esta consigna de devenir soi es posible y necesaria para cambiar el rumbo de la humanidad. Habla de varias etapas en este proceso: Un momento crítico, de ruptura, de choc, luego de un necesario espacio para hacer una pausa, de silencio, de trabajo interior y finalmente de un camino compuesto de 5 etapas que llevarán hacia lo que él llama Renaissance. Ese momento mágico que viene después de un desgarramiento, de una liberación luego de una dependencia anterior de un éblouissement, de una plena consciencia de estar vivos y de sentirnos dueños de nuestro destino. 

El viernes viví una a una las etapas mencionadas por Attali. Terminé el libro mientras seguía la orden perentoria de mi hermano de no caminar, de reposar el pie para sanar apropiadamente la luxación de mi tobillo. Mirando restrospectivamente lo que ha pasado en mi vida desde el mes de septiembre me doy cuenta de lo afortunada que soy de tener un momento crítico que me obligó a replantear mi vida para hacer los cambios necesarios para lo que yo también llamaré Renaissance. Aún no he llegado, pero estoy feliz de este camino que he tomado para lograrlo. 

Feliz semana, 

UNOS CUANTOS PASOS

En el escrito de hoy les hablaré sobre una película que me dejó un sabor dulce en la boca. Huyéndole a películas que hablan sobre el fin de la humanidad, ésta es como un baño de agua fresca después de una larga jornada bajo el sol. 

El punto de partida: Una tragedia. Un momento de crisis, de no retorno. Un nuevo comienzo, un largo viaje buscando mantener unida la familia, la sensación de unidad, de continuidad en tierras desconocidas.  ¿ Algún parecido con mi realidad? 

El factor común: la comida, los sabores, los aromas, todo el tumulto de sensaciones, de recuerdos ligados a un plato y el preludio de placer que genera su preparación. En otras palabras, una submersión inmediata e irreversible al mundo de los instintos. La razón aparece como el outsider de esta película. La testarudez y la perseverancia van de la mano cuando de ser coherente con su sueño se trata. 

Muy probablemente esta película no ganará un Oscar. No hay efectos especiales ni debió utilizar un presupuesto astronómico. Sin embargo, nos hizo reir, nos hizo soñar, nos dejó a Santiago y a mí una bonita lección.

En este proceso de comenzar un nuevo capítulo, las coincidencias, los ángeles y la sensación de que nuestra vida está compuesta por numerosas piezas de un gran rompecabezas, del que aún no conocemos la figura final, es cada vez más insistente. Cada persona que encontramos, cada obstáculo que nos da la sensación de caminar "hacia atrás" en lugar de avanzar, cada pequeña experiencia mágica, cada señal que nos encontramos en los lugares más inverosímiles me confirma  la idea apaciguadora  de angustia y otros demonios que todo ocurre por algo. El timing es perfecto y responde casi sistemáticamente a la pregunta del por qué ciertas cosas ocurren.  

Soy consciente que las noticias no son alentadoras y el mundo parece cada vez más complicado. A pesar de ello, quiero pensar que unos cuantos pasos son suficientes para simplificarnos la vida y volver a lo que realmente importa.

Feliz semana,

https://www.youtube.com/watch?v=XhJBbbIIs4g

LICHTGRENZE

Hace veinticinco años se derribó el muro de Berlín y comenzó una nueva era. Lichtgrenze significa "Frontera de Luz" en alemán. Los creadores de esta idea, los hermanos, Christopher y Marc Bauder, alinearon 8.000 globos blancos biodegradables en una extensión de más de 8 millas ( casi 13 km) que luego serían liberados. Cada globo contenía un mensaje de esperanza y de enhorabuena. Los hermanos Bauder querían que la gente participara en la elaboración de este homenaje, tal como contribuyeron a derribar el muro que por casi 28 años aprisionó y dividió familias, una ciudad, un país, y para ser más precisos, al mundo entero. 

El simbolismo de esta Lichtgrenze es fácil de descubrir. ¿Qué mejor manera de conmemorar la pesadez, la oscuridad, la fealdad, la complejidad y la perennidad del muro que mostrándonos su opuesto con la luz, la ligereza, la belleza, la brevedad y la simplicidad de unos globos soltados al viento?

Las cicatrices seguirán ahí. No se puede borrar lo que pasó. Muchos alemanes, los que recuerdan, los que lo vivieron, consideran que hay que dejar partes del muro visibles, porque eso permite a todos tomar conciencia de "lo que el hombre puede hacerle al hombre". 

Iniciar una nueva etapa en la vida no es fácil. La angustia y otros demonios pueden fácilmente minar nuestra fortaleza y nuestra capacidad creativa para escribir un nuevo capítulo. Pero tenemos opción. Siempre la tenemos. La opción es mirar para atrás sólo el tiempo necesario para enderezar la trayectoria y luego, sólo enfocarnos en todas las nuevas posibilidades que la oportunidad de empezar de nuevo nos proporciona la vida. Quiero hacer hincapié en el hecho que nunca se comienza de cero. Lo que vivimos, lo que aprendimos en el pasado nos será útil en cualquier futuro que queramos construir. Habrá lágrimas y la eterna pregunta de "¿ Cuál carajos es la lección de todo esto?", pero me repetiré una y otra vez, como un llamado al orden, como un mantra: " Lichtgrenze". 

Con esta palabra recordaré que los alemanes se levantaron nuevamente, se perdonaron, perdonaron, decidieron dejar el pasado atrás y utilizar lo aprendido para construir un camino de luz que si bien abre las heridas, permite también cicatrizar y construir el futuro sobre unas bases sólidas que no hubieran sido posibles de no haber ocurrido lo que ocurrió. Esta palabra irá de la mano con esta otra que me gusta tanto: "Surrender". 

Hoy decido aceptar lo que venga, decido estar alerta y dispuesta a todas las señales dentro y fuera de mí que me indicarán qué voy a escribir en este nuevo capítulo de mi vida. 

Les adjunto unas fotos que les mostrarán lo que me gustó de mi vida anterior y lo que me gusta de la actual. La suma de ellas es lo que llamaré mi Lichtgrenze, me mostrarán el camino para la vida que me construiré a partir de hoy. 

Berlín 25 años después

LA PROVENCE 

BOGOTA 

VIAJAR II PARTE

Siento mucho haber abandonado mi blog semanal por tanto tiempo. El dolor y el impacto de mi contacto cercano con la muerte bloquearon mi capacidad de expresar con palabras esta experiencia. Esta mañana, al oir la vocecita que me decía " recuerda tu compromiso con tu blog", deseché la idea con rapidez y pensé que tenía una excusa suficientemente sólida para no abrirme a la inspiración. Pero aquí estoy.

Este blog se permitirá también evocar temas como la tristeza y el dolor.  Considero que es justo mostrar las dos caras de la moneda y aceptar que los temas que trato aquí no siempre serán color de rosa. Al fin y al cabo, el lado oscuro de la vida también hace parte del camino.

Cada persona reacciona diferente ante la pérdida de un ser querido y de ninguna manera puede juzgarse lo que siente una persona por su imagen exterior. En mi caso personal, funcioné en "piloto automático" durante varios días. Sólo hasta ahora me doy cuenta que establecí una especie de bloqueo o escudo mental en el cual impedí todo tipo de pensamiento que intentara proyectarme hacia el futuro. La pregunta de " ¿ y ahora cómo voy a seguir viviendo sin mi papá?" fue impensable en los primeros días. Me ocupé frenéticamente de asuntos concretos y realizables a corto plazo. Me aferré a mi familia para espantar el sentimiento de orfandad. Pero no era suficiente. Hasta que la palabra surrender se impuso en mi mente con insistencia. Entonces dejé que vinieran a mí todo tipo de pensamientos, sin restricción ni censura. No puedo negar que los momentos tristes hicieron su aparición pero no se quedaron. Dieron paso a los momentos felices y éstos fueron los que permanecieron, como gravados con fuego en mi corazón. Y me ocurrió algo especial. Mi relación con mi papá cambió. Me permití sentir su presencia a mi lado. Mis conversaciones con él tomaron otra dimensión. Entonces comprendí que la muerte es un viaje, una nueva aventura hacia una dimensión diferente. Una en la que no existen las barreras de lo visible. El entierro, la cremación, la enfermedad desaparecieron. Sólo queda su compañía y la convicción profunda que no estoy sola, que puedo continuar mi camino sabiendo que nos volveremos a encontrar.

Feliz semana!

VIAJAR

Debido a que mi papá se nos fué el 4 de Septiembre, aún no me siento capaz de escribir. Sin embargo, escribiré algo sobre el tema apenas me sea posible.

QUANDO A CHUVA PASSAR

" Cuando pase la lluvia" es el título de una canción interpretada por Paula Fernandes. Estoy aprendiendo portugués y oír música en ese idioma es un paso importante para submergirme en la sonoridad y en las sutilezas de sus palabras. Como siempre me ocurre cuando me dejo guiar, los mensajes llegan a mí y no puedo sino escucharlos. 

La canción vino a mí por una telenovela brasileña que descubrí en Colombia llamada Escrito en las Estrellas. En un principio me negué rotundamente a mirarla. Pensé que era ridículo, al fin y al cabo, pensaba yo, tenía cosas más importantes que hacer. Tengo que aceptar que la música me encantó. Me senté a oirla. Luego los personajes comenzaron a hablar y ahí si que no pude moverme. Las voces son traducidas por brasileños que hablan español así que las entonaciones, la cadencia y la musicalidad de las frases son originales. Eso también era música para mis oídos. Finalmente, no tuve más remedio que ponerle atención a la trama de la historia. Y ahí algo ocurrió.

Hace ya doce años que vivo en Francia y desde mucho antes me había negado a dejarme enganchar por una telenovela. Sin embargo, no puedo resistir la tentación de una buena historia. Sin entrar en los detalles ni los rellenos propios de dichos programas, la historia me gustó. Habla sobre algo que me esfuerzo por aprender desde hace algún tiempo. Me gusta pensar en ello con su palabra en inglés porque al decirla, siento como si vaciara lentamente el aire de los pulmones y esa conciencia me relaja automáticamente. Se trata de SURRENDER. 

En Español puede asimilarse a abandono, a rendición. Pero no logro el mismo efecto. Hagan la prueba pronunciándola en inglés y entenderán de qué hablo. 

En la Telenovela, el espíritu de Daniel intenta cambiar las cosas, controlar el rumbo y tiene que aprender a confiar. Su padre Ricardo, se niega a creer en lo que no puede ver, no confía sino en lo concreto y Viviana, no tiene nada, su vida es un caos, la incertidumbre es el pan de cada uno de sus días y sin embargo, confía. Ella no se queja del mal tiempo, ni se lamenta de todo lo malo que le ocurre. Simplemente piensa en términos de cuando pase la lluvia. Está convencida que lo malo pasará y que las cosas van a ir mejor.

Entendí que los mensajes llegan de donde menos los esperamos. Sólo tenemos que estar abiertos a escucharlos. Están ahí. 

A mi regreso a Francia pensé que el dichoso mensaje había cumplido su misión y como no creía posible volver a verla, pensé que todo había terminado ahí. Sin embargo, Santiago, no concluyó el asunto. Buscó y buscó hasta que me consiguió la canción y para mi gran sorpresa, ahora puedo verla por internet, un capítulo por día en un blog de alguien que creyó importante mostrarla. 

Tenía planeado hablar de la entrada escolar y miren lo que terminé escribiendo.  Recuerden SURRENDER.... LA LLUVIA VA A PASAR.

Les adjunto el video

https://www.youtube.com/watch?v=dlzvBpUSo0M

AQUI Y ALLA

Ya estoy de regreso. Siento mucho el silencio de las últimas semanas.

Con una parte de mí aquí y otra allá, el sentimiento es el mismo cada vez que vuelvo de Colombia: Triste por tener que dejar a toda la gente que quiero, contenta por todos los bellos momentos que quedaron grabados en mi corazón. El duelo de un capítulo que se cierra y el entusiasmo de uno nuevo que comienza. Es un patrón que se repite sin cesar. 

Hay ciertas imágenes que tienen un impacto más fuerte que otras porque permiten ver la esencia del lugar, del momento vivido. 

En Santa Marta: 

Dejar la puerta del apartamento de mis papás abierta y ver a los vecinos pasar saludando e incluso entrando a conversar, sin importar la hora; comer pescado y patacón en la playa con tíos y primos y ver a mi sobrino pedir un pescado de verdad, con ojos, boca, cola para él solo; sacar a pasear al perro y conversar con los porteros; ver telenovelas brasileras con mi mamá; jugar fútbol con mi sobrino y discutir sobre los partidos mientras le robo besos que él se limpia impaciente; ver a la muchacha regañando a mi papá; ir donde una amiga y esperar a que mi papá pase a recogerme como cuando era adolescente;  nadar y flotar mirando al cielo de día y de noche; sentarse en la playa a ver el atardecer; ver gente de mi pasado; ir a misa con el Padre Santi; dar un pésame; hablar de cine y de música con mis tíos y disfrutar tardes de ayaco, de asado, de mazorcas desgranadas, de cervezas y baile; las ganas constantes de abrazar a mi hermano y protegerlo como si aún fuera un niño; ir a recoger a mi hijo al aeropuerto y verlo llegar como un grande; ver a mis papás agarrarse el uno del otro mientras caminan; jugar rummi Q con amigos de mis papás y hacer bromas como si nos conociéramos de toda la vida; tener un perrito que duerme bajo mi cama y se emociona cuando me ve; pasear por el Camellón de día y por el  Parque de los Novios  de noche; Desafiar con mi familia el paso del tiempo con bromas y caricaturas para burlarnos de la juventud, de la vejez, de los achaques, del presente y del pasado, de las manías de cada uno. Llorar y reir juntos, cara a cara, sin una pantalla o un teléfono de por medio y con el ruído de las olas como música de fondo. 

En Bogotá: 

Aprender a usar el Transmilenio y recorrer la ciudad en bus; las conversaciones en el carro, en medio de un trancón; visitar el Museo Nacional y perder la noción del tiempo con las historias que nos cuentan las pinturas de artistas colombianos. Tomar fotos en Usaquén; ir a Crepes & Waffles y a El Corral;  Comer sanduches, empanadas, perros calientes, ajiaco, almojábanas y pan de yuca con la familia; noche de vino y quesos con mis primos; ir a Unicentro y tomar onces en Juan Valdéz; Recorrer la ciudad como una turista sabiendo que todo es tan familiar como si nunca me hubiera ido; volver a encontrar la complicidad y el cariño de personas que creía lejanas y que nunca han salido de mi corazón. 

Finalmente, no hay tal aquí y allá. Mi tribu, los que quiero, mi país, mis recuerdos, mis sentimientos están en el mismo lugar, en mi corazón. Ese es mi tesoro. No importa la distancia física ni el paso del tiempo. Están ahí, en mí, donde quiera que vaya. 

Les adjunto más fotos y una canción de Carlos Vives cantada con Marc Anthony "Cuando nos volvamos a encontrar" 

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=Geqmpq0tjNU

BAHIA DE SANTA MARTA

MIS PAPAS Y SANTIAGO

TORRE COLPATRIA AL FONDO

MUSEO NACIONAL CON TIA MAY

OBRAS DE BOTERO

CARRERA 7° CON CALLE 116

USAQUEN

Monserrate

AQUI Y ALLA

Este artículo saldrá el viernes con más fotos y más crónicas de este viaje.
Feliz Semana

SURFEAR SOBRE LAS OLAS

Bañarme en el Mar Caribe, cuándo éste está picado, es diferente de lo que ocurre cuándo me baño en el Mar Mediterráneo. Luchar contra  las olas puede ser agradable un rato pero luego resulta agotador. En el momento en que decidí surfearlas y me dejé arrullar por sus movimientos, la experiencia se volvió mágica y sanadora.

La necesidad de renovar mi licencia de conducir es la ocasión perfecta para sustentar esta teoría. Llegamos, mi amiga Indira y yo, a las oficinas de tránsito a las 7h30am. No tenía una idea clara de los pasos a seguir. Mi cara de primípara era inconfundible. Inmediatamente se me acercaron dos hombres, como buitres me cayeron encima para explicarme lo que tenía que hacer. Por poco me arrebatan mis documentos de la mano. Cada uno a su manera ofrecía quitarme tan penosa carga de mis hombros. La rebelde en mí detuvo el asalto. ¿Cuánto me va a costar esta ayuda desinteresada y generosa? fue mi primera frase. La desconfianza natural salió a relucir. Uno de ellos se alejó y no volví a saber de él. Me lo había quitado de encima. El otro me dió indicaciones básicas y se alejó. Yo, muy tiesa y muy maja, comencé mi jornada. Me uní a un amago de fila que se deshacía cada vez que alguien tenía una preguntica por hacerle a la señora en la ventanilla. No hablaba con nadie, al fin y al cabo, todos eran desconocidos. El aire acondicionado no enfriaba lo suficiente, tal era la cantidad de personas que respirábamos el mismo aire en un espacio reducido. Las demás personas, conversaban entre sí. Inocentemente pensé que yo era la única extraña en el recinto. Los minutos pasaban y nada ocurría. Sentí que estaba haciendo algo mal. Hasta que la actitud de Indira me hizo comprender cómo funcionaban las cosas aquí: había que reconocer quién había estado detrás de mí, y quién estaba adelante, había que hablar y solidarizarse con los compañeros de fila y crear un frente común. Había que adaptarse y aprender a surfear las olas en lugar de oponerme a ellas. Todo cambió en el instante en que comencé a hacerlo. Poco a poco creamos informalmente turnos. Yo entraría a tomarme las fotos y huellas después del señor de camisa a cuadros rojos y blancos y detrás de mí vendría una señora de vestido café y así sucesivamente. Hicimos bromas, compartimos experiencias y al final una agradable camaradería se había establecido entre todos. El calor se hizo menos asfixiante y logré renovar mi licencia antes del medio día.

Les deseo una semana llena de olas para surfear

Catedral de Santa Marta

Calle de la Sequia en el centro de Santa Marta

QUITARSE LOS ZAPATOS

Siento mucho no haber podido escribir la semana pasada. Estuve viajando a Colombia y necesitaba unos días no solamente para ajustar mi horario sino apaciguar mi mente y digerir la gran cantidad de cosas que he ido aprendiendo durante este viaje. El título del  escrito de hoy resume lo primero que he tenido que hacer para sentirme en casa nuevamente: Quitarme los Zapatos.

Después de muchas horas de vuelo y una escala de cinco horas en Caracas, llegué a Bogotá con Santiago, mi hijo, pero sin las maletas. Este primer contratiempo me obligó a una adaptación mucho más exigente. faire avec y montarme rápido al tren a alta velocidad de la vida en la capital no siempre es fácil. La vida estaba llamándome con insistencia. No se puede vacilar. Los pasos deben ser firmes. No importa si las indicaciones no son claras.

Lo pude comprobar ensayando el nuevo Sistema Integrado de Transporte de la ciudad. Santiago y yo sólo sabíamos que la dirección era el norte. Tuvimos que cambiar de buses varias veces, caminar varias cuadras para encontrar el paradero correcto, hacer preguntas y obtener respuestas contradictorias. El sistema es confuso para los primíparos pero nosotros ya conocemos el sentimiento. La fórmula secreta es mirar a la gente a los ojos, sonreír y preguntar con humildad. Llegamos a nuestro destino. 

Los cambios abruptos del clima en Bogotá imponen una adaptación constante. Bajo los rayos del sol es una ciudad vibrante y dinámica, con construcciones modernas, arco iris en los cerros y atardeceres rosados. Bajo los nubarrones de un aguacero inminente, que se convertirá probablemente en un día gris con llovizna constante, Bogotá se convierte en una ciudad triste y tensa, donde hasta el aire se respira con dificultad; los trancones, imponen el ejercicio de la resignación y la paciencia y el tiempo parece enloquecer ante estos contrastes.

Finalmente, llego a Santa Marta. El Mar Caribe parece darnos la bienvenida con su calor sofocante y el sonido apaciguador de las olas desde el instante mismo en que se baja del avión. El ritmo cardíaco cambia de cadencia. Los minutos parecen pasar más despacio, con el letargo propio de las altas temperaturas.

Al día siguiente, una primera e imperiosa necesidad: ir a la playa, quitarme los zapatos, y dejar que mis pies entraran en contacto con la arena y el mar. El rito de bienvenida se había completado.

Con ocasión de un asado con punta gorda, lomo ancho y cuadril ( no quiero saber a qué parte del cuerpo de la vaca corresponden estos cortes de carne) de cerveza Aguila y vino blanco en mi honor, la música hizo su entrada. Era el ingrediente necesario para acompañar esos momentos en los que la felicidad de estar reunidos es lo único que cuenta. Los problemas y otros demonios no tienen más remedio que replegarse. Me quité los zapatos para bailar mejor con mi tía Marta.

Cuántas veces he tenido que enfrentarme a los cambios y no sabía por dónde empezar. Esta semana encontré la respuesta: Lo primero es Quitarse los Zapatos.

Despojarse de lo que pesa, lo que oprime, lo que estorba, permitirme aflojar las riendas y simplemente y aceptar con los ojos cerrados el presente tal como viene.

Les adjunto las primeras fotos de esta aventura

El centro de Bogotá

la misma foto pero en la noche

Santiago y Milo

Yo en el balcón

en mi edificio en Santa Marta, llegando a la playa

Bahía de Playa Salguero 

La piscina